¿Alguna vez te preguntaste cómo sería tener una segunda vida? ¿Una vida donde pudieras hacer casi cualquier cosa que quisieras? Con Second Life, eso es exactamente lo que puedes hacer. Creado completamente por los residentes de este mundo virtual 3D, Second Life es muy grande, muy divertido, y también muy adictivo. Second Life ha existido desde 2003 y ha acumulado una gran cantidad de seguidores, más de 5 millones de personas. Comenzar es tan simple como obtener una cuenta, verificar tu correo electrónico y crear el nombre y apariencia de tu avatar, eso es todo. Lo mejor es que puedes jugar gratis. Sin embargo, si quieres acceder al contenido para mayores de 18 años, tendrás que inscribirte en la versión premium que también te brinda una casa en 3D y divisas para usar en el juego.
Una vez que empiezas, tendrás que pasar un curso de 6 pasos que te explica los aspectos básicos del juego. También puedes usar el chat de mensajes instantáneos del juego para hablar con otros jugadores. El tamaño de Second Life es abrumador. No solo hay miles de mundos, sino que también hay un número infinito de personas con quienes hablar. Puedes teletransportarte a otros mundos, y con la versión premium, puedes comprar, negociar y vender productos a otros jugadores. Las casas de cambio de dólares Linden se encuentran disponibles en los varios mundos y pueden convertir dólares estadounidenses, dinero real, en dólares Linden, la moneda del juego.
Según los desarrolladores, todos los meses ocurren transacciones por millones de dólares en dinero real. Una de las desventajas de Second Life es que los jugadores se han quejado de que el juego es lento. El desarrollador recomienda que tengas al menos 1GB de RAM y un procesador de primer nivel para obtener los mejores resultados en el juego. Además, los servidores pueden ser un poco inestables en ocasiones y pueden quitarte del juego. En general, Second Life es un juego maravilloso si estás dispuesto a dedicarle el tiempo que se necesita para aprender cómo moverte adecuadamente entre los mundos virtuales.
Ten una segunda vida virtual, y mantén la verdadera.
